La Bruzgaal, originalmente una conexión entre dos edificios, se sitúa por encima de un carril bus entre el edificio Van Unnik y la nueva biblioteca de la Universidad de Utrecht. El espacio, con unas dimensiones de 45 × 13 metros, está decorado con muebles para que los estudiantes se relajen. La iluminación de esta zona tendría que complementar el nuevo esquema de colores, negro en las paredes, el suelo y los calefactores y notas rojas y amarillas en el mobiliario y el suelo.

Para retener el carácter del diseño arquitectónico, luminarias invisibles ofrecen una distribución de haz mínima cuando es necesario. El nuevo concepto LED fue la respuesta perfecta. Se utilizaron tiras luminosas LEDline2 y Celino para crear cortinas de luz impecables y proyectores gemelos Fiorenza para iluminar directamente el mobiliario, garantizando la visibilidad para la lectura.

Lo que habría sido un espacio desaprovechado se ha convertido en una zona que gusta a los alumnos para relajarse, estudiar y encontrarse. Una mejora duradera gracias a la iluminación.

Los proyectores LED, ocultos en las vigas del techo, ofrecen una iluminación intensa de haz estrecho, dando la impresión de que la luz surge de la nada.